Le llueven las criticas a VOGUE por usar modelos hechas con IA
En agosto de 2025, Vogue USA incluyó por primera vez en su edición impresa una modelo completamente generada por inteligencia artificial dentro de un anuncio de la marca Guess, creada por la agencia Seraphinne Vallora, fundada por Valentina González y Andreea Petrescu, quienes desarrollaron varias propuestas hasta lograr un aspecto hiperrealista.
Este hecho ha generado mucha polémica en la industria de la moda, junto con la incertidumbre al sospechar que la IA ha venido para quedarse y arrasar con la creatividad, el trabajo y el arte de muchos. En redes sociales, numerosos usuarios denunciaron que esta práctica refuerza estándares de belleza inalcanzables y algunos incluso cancelaron sus suscripciones a la revista. Aunque la agencia defendió el proyecto alegando que no busca sustituir modelos humanos, sino complementar campañas, y Vogue aclaró que se trataba de un anuncio publicitario y no de contenido editorial, lo cierto es que este paso representa una peligrosa validación de cánones irreales que amenazan la autenticidad, la diversidad y el empleo de profesionales reales en la industria. El modelaje no solo consiste en mostrar ropa, sino en transmitir personalidad, historia y humanidad, elementos que una imagen sintética, por perfecta que sea, nunca podrá reemplazar. Apostar por modelos reales, con sus imperfecciones y singularidades, no es nostalgia: es defender la esencia misma de la moda y su conexión con la gente.
La moda siempre ha sido un espejo de la sociedad, un espacio donde la diversidad, la creatividad y la expresión personal encuentran su lugar. Sin embargo, el uso de modelos generados por inteligencia artificial en revistas como Vogue amenaza con vaciar ese espejo y sustituirlo por un reflejo frío y fabricado. No hablamos solo de una cuestión estética: cada modelo real lleva consigo una historia, un recorrido vital, una conexión con el público que ninguna imagen sintética, por perfecta que parezca, puede replicar. Cuando una revista de prestigio elige un rostro creado por IA en lugar de uno humano, está enviando un mensaje poderoso: que la perfección digital vale más que la autenticidad. Esto no solo erosiona las oportunidades laborales de miles de profesionales, sino que perpetúa cánones inalcanzables que afectan la autoestima y salud mental de los lectores. La moda debería evolucionar para incluir más voces, más cuerpos, más realidades, no para eliminar a las personas de la ecuación. Entonces, si dejamos que los algoritmos dicten quién y cómo se ve en las portadas, ¿qué quedará de la humanidad en la industria que siempre se ha definido por ella?
Fuentes:- La Nación
- BBC NEWS MUNDO